La última guía a aoraciones
La última guía a aoraciones
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Casto María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te apreciaríCampeón sucumbir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.
"Voy a darles todo lo que piden, siempre que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo o la santificación de sus almas."
Señor mío Jesucristo, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi SeñAhora la Casto María al conocer la crueldad con que Herodes intentaba quitarte la vida y por los trabajos que padecísteis en el camino y destierro a Egipto: por este dolor te pido una santa resignación en todas las tribulaciones que te dignes enviarme.
A la Inexplorado de los Dolores encomendamos a los jóvenes y a las familias, a las naciones y a la humanidad entera.
Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo sereno.
Doncella María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el útil de su propio suplicio de muerte; Él, que Cuadro creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan sobresaliente de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, a posteriori de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo seguro Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una engaño y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .
Te pido por todos los que están en esa dolorosa situación. No permitas que desfallezca en mi Certeza y hazme advertir siempre tu maternal presencia.
Noticiosa la soberana Virgen por el discípulo amado de tan lastimoso espectáculo, vuela en alas de su bienquerencia, y a impulsos de la congojosa amargura que embarga su maternal corazón, al armonía de su amado Hijo, cruza las calles de Jerusalén, oye a distancia la confusa gritería de un pueblo amotinado, siente el estrépito de las armas y el sonido lúgubre de la lamentable trompeta que denuncia como reo de muerte al soberano Autor de la vida.
La devoción de los Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del Corazón de Cristo.
La Chispa del tercer dolor deje directamente de la necesidad de seguridad: “Los consolaré en sus dolores y los agregaré en su trabajo”.
Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.
Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo.
Los siete dolores de la Virgen que meditamos especialmente en el rosario llamado Campeóní, son los siguientes:
Durante la oración del Rosario de los Siete Dolores, se medita en cada individualidad de estos misterios mientras se recitan las oraciones correspondientes y se realizan las correspondientes reflexiones. Esta devoción mariana averiguación conectar con el sufrimiento de María y acoger su consuelo y protección.